Historias del Dojo II
- Hoy vamos a explorar el origen del movimiento... Cuando sensei comenzaba la lección sin preámbulos, ni calentamiento, sabíamos que la lección iba a ser más filosófica que física. Sensei tendía a alternar lecciones extremadamente arduas físicamente con lecciones donde el estudio de conceptos filosóficos relacionados al movimiento físico y la aplicación marcial marcaban el ritmo de entrenamiento. - Cual es el motor central del movimiento humano? Nadie contestó. Todos sabíamos por experiencias anteriores, que la respuesta que buscaba sensei, por lo general iba más allá de lo obvio. - Piensen! Cual es la fuerza omnipresente en el mundo? Nuestros pensamientos tomaron un giro espiritual y sensei siempre alerta dijo: - No! No es una pregunta religiosa, ni metafísica! - Piensen analíticamente. - Cual es la fuerza que permea el planeta? - Sensei!? La vos provenía del fondo de la clase y pertenecía a Ana, una muchacha aguerrida, de mirada fuerte y pecas en la nariz. Ana había llegado al Dojo hace dos años y no se había perdido una lección desde entonces. Con el tiempo había adquirido un aire de seguridad y autoridad. Era evidente que en el Dojo se sentía en casa. Nosotros la apreciábamos por su entrega y seriedad en la práctica. - Si, Ana. Tienes una respuesta? - Si sensei. - La fuerza que domina todo en el planeta es la fuerza de gravedad. - Exacto! - Entonces cuál es el origen del movimiento? Todos los ojos se centraron en Ana. Parada con los brazos a los costados, el ceño fruncido y la mirada hacia arriba, Ana buscaba febrilmente en su mente una respuesta lógica, basada en los datos que tenía. - Si la fuerza de gravedad es la fuerza básica del mundo, entonces el origen del movimiento se debe encontrar en la relación entre nuestro cuerpo y la atracción que ejerce la fuerza de gravedad. No? - Correcto, pero el concepto de “cuerpo” me resulta un poco vago... - Alguien más que Ana que se anime a colaborar? Pedro, uno de los yudansha del Dojo. Un hombre de unos 30 años, con unos 15 años de experiencia levantó su brazo. Pedro era uno de los “duros” del Dojo. Un hombre de pocas palabras, entrenar con el era sinónimo de un labio partido, un ojo negro o una costilla rota... Sensei ya había expresado su disgusto con los modales de Pedro dentro del Dojo en más de una ocasión. De vez en cuando durante el entrenamiento, sensei le pedía una sesión de kumite a Pedro. El sempai no podía negarse, pero todos sabíamos lo que se avecinaba. Sensei bailaba, esquivaba, entraba y salía como si tuviera alas y en el proceso Pedro caía, volaba y era barrido como si fuera un muñeco sin voluntad propia. Todo sin causarle otro daño que un ego desinflado... El resto del Dojo soltaba un suspiro de alivio... Pedro se comportaría bien por un par de semanas... - El artista marcial debe aprender a identificar, separar y controlar las diferentes fuentes de energía del cuerpo. En este proceso va incluido el perfeccionamiento estructural y las oportunidades que nos da en nuestra relación al suelo y la fuerza de gravedad. - Pedro, Pedro... por qué no abres la boca más a menudo? Has dado en el clavo. Gracias! Pedro se volvió a sentar, mientras una sonrisa se posaba fugazmente en su boca. - Todo esto está muy bien. Pero es muy vasto, no? Por donde empezar? Cómo puede uno aplicar semejante pedazo de principio? Hay alguna regla básica, que nos permita abrir una puerta que posibilite la aplicación de todo los que hemos hablado hasta el momento? Ahora que sabíamos de qué iba el tema, todos teníamos nuestra opinión y todos queríamos dársela a conocer a sensei. Yo levanté mi brazo. - Sí Jorge? - La ley más básica de movimiento es la de aplicación de presión direccional sobre el suelo, en la dirección opuesta al movimiento deseado. - Y eso que quiere decir? Dijo sensei con una sonrisa traviesa en la cara. - Simplemente que si queremos, por ejemplo, desplazarnos hacia adelante, debemos aplicar presión sobre el suelo, empujando hacia atrás. - Correcto! Entonces ahora que sabemos como movernos, vamos a ponerlo en práctica. - Kihongumite por favor! - Otagai ni rei! - Hashime!
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AuthorJorge F. Garibaldi Archives
December 2020
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